RAW&FRESH. Bloging from City of Women Art Festival.

SubRosa han sido lo mejor del festival. Claro que no soy objetiva: son un colectivo ciberfeminista cuyo trabajo sigo y admiro desde hace tiempo. Poder compartir tiempo (y comidas y cervezas) con ellas ha sido un lujo. Asi que, aunque sea larguísimo, esto es lo que he escrito sobre su conferencia y su performance para la web del City of Women (por lo poco que me ha costado traducirlo del inglés deduzco que está plagado de españoladas). Anyway.



Cartel del II Congreso Internacional de Eugenesia (1921)

Desde su creación en 1997 el colectivo ciberfeminista SubRosa explora la relación entre biotecnología, feminismo y capital global. Un territorio complejo y desconocido que los miembros actuales del grupo, Faith Wilding and Hyla Willis, abordan a través de una conferencia y una performance (a)científica de varias horas de duración: ¿Por qué las mujeres son como los pollos y los pollos como las mujeres?

LoHumano (All Rights Reserved)


Si no nos matamos antes, las primeras décadas del siglo 21 serán recordadas como la Era de la Privatización de lo Común. La tierra, el agua, los bosques, el conocimiento popular y las canciones de cumpleaños abandonan el dominio público y son comercializadas en el libre mercado global. Esto lo sabemos. Lo que a menudo ignoramos es que nuestro patrimonio biológico también ha entrado en el juego. Tejidos vivos de origen humano y animal, células e información genética son la nueva materia prima de lo que se conoce como Bio-Economía. Una emergente industria global liderada por corporaciones transnacionales que recogen, seleccionan, clasifican y patentan recursos vivos y los transforman en productos y servicios comercializables: fármacos, tecnologías reproductivas o comida geneticamente modificada (entre mucho otros).

Los bio-bancos juegan un papel central. Almacenan y clasifican información genética y biológica (tejidos, sangre, semillas, etc) y la transforman en un valor económico que será distribuido a través de las redes de la bio-industria. Esto ocurre con la complicidad de las legislaciones internacionales sobre propiedad intelectual. El desarrollo de la biotecnología y la ingeniería genética ha abierto el camino para las patentes sobre la vida: hoy los recursos biológicos y genéticos pueden ser privatizados y vendidos como cualquier otro producto. De acuerdo con Cell Track (un proyecto que mapea la apropiacion de la materia viva) el acuerdo TRIPS firmado bajo los auspicios de la Organización Mundial del Comercio permite patentar genes humanos y otras formas de vida siempre y cuando el “inventor” demuestre “novedad”, “no-obviedad” y “utilidad”. Con el avance en la investigación del ADN, cada vez más genes y cadenas de genes están siendo “descubiertos” y convertidos en “conocimiento patentado”. La tecnología está disponible, la ley está de su lado, la conciencia general está lista para tragarse la píldora. Y como dice el anuncio de la tarjeta Dinners Club: the world is open for business.

Vostras/os donais, nosotros vendemos, vosotras/os comprais.

Una de las mayores industrias de la Bio-Economía son las tecnologías reproductivas. Por supuesto el valor económico de la reproducción humana o animal es bien conocido, sobre todo desde la perspectiva feminista. Pero la emergencia de la ingeniería genética suscita nuevas preguntas. En su conferencia, las integrantes de SubRosa lo introducen así:

“Chickens were the first animals to be permanently confined indoors in automated systems based on intensive genetic selection, dietary manipulation, bodily restrictions and drugs. According to Broiler Industry magazine “ Chickens became the first agrobusiness because all of the factors making mechanization possible were potentially present, not least of which was the nature of the animal themselves. Relatively large numbers of units could be handled by a single individual, in confined areas... A product of man's concentration of women under situations of stress is the appearance of a condition known as avian hysteria”.
Karen Davis, “The Ethics of Genetic Engineering and the Futuristic Fate of Domestic Fowl”, 1996.

“Women were the first humans to be permanently confined indoors in automated systems based on intensive genetic selection, dietary manipulation, bodily restrictions and drugs. According to Breeder Industry magazine “Women became the first reproductive-industry human because all of the factors making mechanization possible were potentially present, not least of which was the nature of women themselves. Relatively large numbers of units could be handled by a single individual, in confined areas... A product of man's concentration of women under situations of stress is the appearance of a condition known as female hysteria”.
SubRosa 2003


En todo el mundo las mujeres han empezado a donar sus óvulos a clínicas privadas que los utilizan para tratamientos de reproducción artificial. Estas mujeres contribuyen libremente a la bonanza del mercado reproductivo: una forma un tanto incierta de economía gratuita. Los clientes de las clínicas pueden solicitar información detallada sobre las donantes, lo que supone una parte importante de los ingresos (cuanto más quieras sabes sobre ella, más tendrás que pagar). Actualmente los bancos de óvulos guardan y proporcionan información personal de las donantes como edad, grupo sanguineo o condiciones de salud. Pero también sobre sus características físicas (color de piel y de pelo, peso, altura), su raza, su religión, su clase social o su nivel educativo. La pregunta sobre si estas informaciones son relevantes para fines reproductivos nos lleva directamente al núcleo del trabajo de SubRosa en la actualidad: las tecnologías eugénicas.

La Mejora de Lo Humano

La eugenesia puede ser descrita como “la ciencia de la mejora de las cualidades hereditarias de una raza “ tal y como fue definida por Sir Francis Galton en el siglo XIX. Desde entonces y a pesar de sus connotaciones racistas, la eugenesia nunca ha desaparecido totalmente de la cultura occidental y ha adoptado diferentes formas y argumentos a lo largo del siglo XX. Desde la ideología de la “sangre superior” hasta las políticas de “control de la natalidad” para los sectores más pobres de la población. Desde el III Reich hasta la obsesión actual por la juventud y la belleza eternas. La idea central de la eugensis es “más hijos de los buenos y menos de los malos”. La definición de quienes son los buenos y los malos es sólo una parte del problema.

La intervención de SubRosa plantea estas cuestiones – y la necesidad de confrontarlas con un espíritu crítico- con toda claridad. La performance es simple y efectiva. Las integrantes del colectivo preparan galletas de pollo (con ingredientes geneticamente modificados) y las ofrecen a los participantes (que por lo general las rechazan, a pesar de que seguramente coman comida geneticamente modificada todo el tiempo – como cualquiera). También realizan entrevistas al público, con preguntas como ¿Que opinas de la modificación genética? ¿Crees que la reproducción de algunas personas -enfermos mentales, presos- debería estar supervisada y controlada? En una tele se proyectan algunas entrevistas de performances anteriores y viejos anuncios eugénicos en blanco y negro. Y al final los participantes pueden someterse a una evaluación de su perfil eugénico (en otras palabras: cuánto valen en el mercado de la mejora de la raza humana). Porque efectivamente todos los óvulos (como todo el semen) no valen igual. Los de raza blanca y clase alta son más caros. Es la ley de la oferta y la demanda. En una mesa, las científicas especializadas (salvo que sean sólo venderoras de alguna clínica privada) atienden la consulta.

A medida que los participantes -hombres y mujeres- toman asiento y empiezan a hablar con las científicas y entre ellos, lo que al principio parecen conversaciones sin importancia empiezan a transformarse en hard eugenic talk: por qué ella o él debería tener un perfil más alto o cuáles son las implicaciones eugénicas de ser gordo o de Montenegro o tener sangre de origen arabe. Sales dándole vueltas a lo que significa el simple hecho de discutir sobre algo así y empiezas a comprender de qué va todo ese rollo de la cultura eugénica. SubRosa no proporcionan ninguna respuesta y casi tampoco hacen tantas preguntas. Pero consiguen -brillantemente- crear el ambiente adecuado para que las encuentres por tu cuenta, tanto las respuestas como las preguntas.

[Yo tuve un 8 y porque le eché cara, porque al principio me querían poner un 6. Muy mala puntuación comparada con las eslovenas que sacaban todas 9 y 10. Claro, ellas son altas y rubias. Yo soy bajita y morenuca. Pura lógica eugénica.]

Por supuesto todo lo anterior es aplicable al mercado del semen.

Photos of the performance: by Nada Zgank.

3 comentarios:

    On 10/25/2008 11:08 a. m. Anónimo dijo...

    muy interesante todo lo que has escrito sobre privatización de material genético. yo me empecé a interezar después de ver The Future Of Food, un documental sobre Monsanto y otras compañías que patentan semillas, pero la verdad, desconocía que se estuviese haciendo lo mismo con material genético humano. Otra (más) posible fuente de futuras distopías. Si al final acabaremos viviendo en una novela de Philip K. Dick o W. Gibson.

     

    hola carlos.

    si, es bastante desconocido el tema (salvo en circulos mas especializados). yo tambien he llegado a ello a partir del tema de la comida modificada geneticamente, aunque no he visto the future of food.

     
    On 2/07/2009 5:37 p. m. Anónimo dijo...

    Me alegra encontrar en la web de SubRosa una advertencia sobre el peligro de la donación de óvulos.
    Hace tiempo que publicamos en el blog 'masterkas' un artículo al respecto y seguimos recibiendo comentarios (ya van 180). Lo triste es que en lugar de generarse un debate interesante, los comentarios se han convertido en una especie de mercadillo de óvulos.
    Gracias por descubrirnos a estas activistas. Nos las apuntamos para el próximo feministaldia ;-)
    http://masterkas.nireblog.com/post/2005/12/22/cuidado-con-la-donacion-de-ovulos